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Las 9 claves para elegir la silla ergonómica ideal para ti

Las 9 claves para elegir la silla ergonómica ideal para ti. Sin darnos cuenta, nos pasamos más de la mitad de nuestro día a día sentados: o bien en nuestro puesto de trabajo, en casa, conduciendo, utilizando el transporte público… Tantas horas y tan largos períodos de tiempo sobre una silla puede traer consigo graves consecuencias para nuestra salud si estamos utilizando una silla equivocada. ¿Te has parado a pensar si le estás prestando a este asunto de la salud laboral la importancia que realmente merece?

En anteriores publicaciones ya te hablamos de los tipos de sillas que podrías encontrar para tu oficina o tu lugar de trabajo y que pudieran adaptarse a las necesidades que tuvieras, dependiendo del uso que se les dé. En este post nos vamos a centrar en aquellas a las que llamamos ergonómicas, y vamos a mostrar hasta qué detalle están pensadas para mejorar tu comodidad diaria y tu salud a medio-largo plazo. Tu espalda, tu cuello, tu columna vertebral y otros malestares relacionados con la salud podrían mejorar en cuestión de poco tiempo si empiezas a utilizar la silla más indicada para ti. Podrás evitar estos problemas, mejorar tu postura y sentirte más cómodo en tu día a día.

Pero entonces decides optar por una silla ergonómica y te encuentras ante ti con un amplísimo abanico de posibilidades. ¿Cuál es la mejor? Lo cierto es que no todos somos iguales, por lo que es imposible que todos nos sintamos igual de cómodos en la misma silla. Razón de más para que aquella silla “universal” de oficina sea adaptable. Vamos a ver qué características generales han de cumplir las sillas ergonómicas.

Qué buscar en una silla ergonómica: consejos Hemos de tener en cuenta que entran factores como la postura en la que solemos sentarnos, la forma de nuestro cuerpo o el tipo de trabajo que realizamos. Lo que es ideal para una persona, puede no serlo para otra. Buscamos, pues, aquella silla ergonómica que sea altamente flexible a la hora de ajustar nuestra posición. ¡Te dejamos algunos consejos!

  • Altura: nuestra silla deberá tener un asiento regulable que nos permita modificar la altura del mismo. Se recomienda que estemos sentados a unos 20 o 25 centímetros por debajo de la mesa escritorio. Una altura ideal, además, será aquella que nos haga mantener los pies planos en el suelo, teniendo nuestras rodillas en un ángulo de 90 grados.
  • Asiento: muchas horas sobre él, ¿verdad? Por lo tanto, el cojín de nuestra silla deberá ser lo más cómodo posible. Además, hemos de tener en cuenta que, si no contamos con un acolchado apropiado, esto también derivará en problemas de espalda y en dolor de caderas, entre otros.
  • Tamaño del asiento: que el asiento sea demasiado largo o demasiado corto, puede dar origen a problemas de salud, puesto que o bien nuestras piernas no contarán con el soporte adecuado o porque tenderemos a inclinarnos hacia delante. El resultado es una tensión nada recomendable.
  • Respaldo: tu columna debe poder apoyarse por completo sobre el respaldo de tu silla ergonómica. Esto implica que tanto nuestra lumbar inferior debe quedar apoyada, como la parte más superior de nuestra espalda. De este modo favorecemos el flujo sanguíneo y la oxigenación de los músculos.
  • Reclinable: a colación de lo descrito en cuanto al respaldo ajustable, también debe ser reclinable, permitiendo que tengamos diferentes configuraciones, puesto que esto también reduce la presión sobre nuestra columna vertebral.
  • Reposacabezas: que nos permita ajustarlo a la altura de nuestro cuello y cabeza, pero deberá ser lo suficientemente resistente y ofrecer el ajuste necesario.
  • Material: dependiendo del material con el que esté fabricada nuestra silla ergonómica, nuestra experiencia será de mayor o menor comodidad. Aunque hay tejidos que son más fáciles de limpiar, como el polipiel, no son los más recomendables puesto que lo primordial es que la tela transpire.
  • Reposabrazos: necesitamos que todos los elementos con los que cuenta la silla sean ajustables, lo cual no sólo incluye el respaldo y el asiento, sino también los reposabrazos. Y, como en los otros casos, estos han de estar ajustados a nuestra propia altura, permitiéndonos descansar adecuadamente.
  • Silla giratoria: una silla ergonómica giratoria también nos permite una mayor libertad de movimientos y alcanzar a todas las partes de nuestro escritorio.

Como has podido comprobar, son varios los factores a tener en cuenta para elegir tu silla ergonómica perfecta, de modo que puedas mejorar tus problemas de dolor tras largas jornadas laborales sentados. Pero, además, hay una serie de consejos que también te dejamos en un post anterior acerca de cómo mejorar tu salud laboral.

En Vía Office contamos con un amplio catálogo en el que encontrarás multitud de sillas ergonómicas. ¿Necesitas asesoramiento al respecto? ¡Te ayudamos!

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